viernes, 13 de abril de 2012

100 días, 30 razones para decir basta


Pues sí, cien días han pasado ya desde que los españoles recibimos la alegre noticia de tener nuevo Gobierno y, como todos habréis podido comprobar, la situación de nuestro país ha cambiado muchísimo. Dejando la ironía de lado, muchas cosas han cambiado, y ninguna para bien. Ya sabíamos que la simple presencia del nuevo presidente no iba a servir para solucionar nada a pesar de las profecías que éste y los de su partido habían lanzado desde la oposición.

Sin culpar de todo al gran Mariano, pues ser un pelele de tal calibre no es tarea fácil, la situación en la que nos encontramos el conjuntos de los españoles me parece mucho más preocupante de lo que me parecía hace algunos meses.

Los que gritaban a los cuatro vientos que unos y otros eran iguales, ahora callan ante el giro que han tomado las políticas sociales. Pero, para ser honestos, poco importa ya quien se sitúe al frente del ejecutivo. Tarde o temprano (más tarde que temprano) la economía española se recuperará y el número de parados comenzará a descender. A lo que debemos temer es a la situación que nos encontremos cuando esto pase, pues vaticino que las consecuencias serán catastróficas. De momento, en sólo cien días creo que hay motivos suficientes para decir basta. Por ello, he querido hacer un resumen de 30 de las muchas razones por las que creo que todos deberíamos salir a la calle y luchar de forma activa por recuperar el control de nuestro futuro.

  1. Descenso de la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días por año trabajado.
  2. Aumento de las causas que posibilitan el despido procedente. Entre éstas podemos destacar las ausencias repetidas y justificadas, el rechazo a una bajada de sueldo o el descenso en los ingresos de la empresa. 20 días por año trabajado y hasta siempre.
  3. Posibilidad de aprobar EREs sin necesidad de autorización administrativa, lo que supone por lógica peores condiciones en las indemnizaciones por despido colectivo.
  4. Los convenios particulares se anteponen a los convenios colectivos.
  5. Contrarreforma del aborto, adornada como defensa del derecho a las mujeres a quedarse embarazada. Al mismo tiempo, han suprimido el plan de creación de guarderías y han aplazado otro año la ampliación del permiso de paternidad a cuatro semanas. Coherencia.
  6. Amnistía fiscal para los defraudadores, que podrán blanquear el dinero que han ido robándonos a todos con una simple multa del 10% y sin ninguna consecuencia penal.
  7. Al mismo tiempo, han sustituido todos los altos cargos de la Oficina Antifraude (esos mismos que investigaban la trama Gurtel, entre otras) y sólo se van a reponer uno de cada diez inspectores que se jubilen. Por cierto, al frente de esta oficina colocan a Pilar Valiente, principal responsable político del caso Gescartera. El sueño de cualquier defraudador, si señor.
  8. Recorte del 20% en el ministerio de Educación. Más aún, 60% de reducción en universidades y 160 millones en becas. Y otros 3.000 millones extra, por si era poco, aunque aún no sabemos sobre que partidas educativas se hará. Probablemente aumentará el número de alumnos por aula y descenderá el sueldo de profesores. Ya sabemos, un pueblo inculto es mucho más fácil de adoctrinar. Y que estudien carrera los que puedan pagarla, ¿ qué coño es eso de que un muerto de hambre sea igual de abogado que el hijo del cacique de turno?
  9. Para seguir con el tema educativo, a pesar de los recortes, no se van a eliminar las deducciones fiscales que se conceden en varias Comunidades, como Madrid, a los padres que llevan a sus hijos a colegios privados.
  10. Tampoco se le van a dejar de conceder los más de 11.000 millones de euros anuales a la Iglesia Católica, ni se le van a empezar a cobrar los más de 3.000 millones de impuestos que pagan todas las sociedades, y ellos no. Sinceramente, si no lo hizo un Gobierno socialista no esperaba que lo hiciera uno del Opus.
  11. A los bancos tampoco los van a tocar demasiado, y si lo hacen será para volverles a inyectar dinero. Lo de la tasa Tobin (impuesto para las transacciones financiera) se deja para momentos más graves. Éstos, mientras tanto, siguen destrozando la economía doméstica ante su negativa a dejar fluir el crédito entre hogares y pequeñas empresas..
  12. El número de parados, a pesar de la gran inyección de confianza que supuso el nombramiento de Rajoy para las empresas, no ha dejado de aumentar, todo lo contrario. En el último trimestre de 2011 (de este dato podemos seguir culpando al de la ceja) 300.000 parados más. Y para este primer trimestre de 2012 (este dato ya podría ir asumiéndolo el barbas, aunque me extraña) se prevén otros 300.000, casi nada. En total más de 5.500.000 personas que quieren trabajar y no pueden. ¿ No sería esto motivo más que suficiente para decir basta?
  13. Tampoco ha servido la simple presencia de nuestro Presidente para calmar a los mercados. La tan manida prima de riesgo está rozando estos días máximos históricos.
  14. Lo mismo pasa con los índices bursátiles. Esta semana han llegado el mínimo anual. Y esto sólo se consigue, como decía Rajoy, con ¡¡¡confianza!!!
  15. Más recortes. Para las personas dependientes, este año, 0 euros. Que se las apañen como puedan.
  16. En Sanidad, además de un 20% menos en los presupuestos, otros 7.000 millones de recorte extra. Tampoco sabemos en qué partidas, pero apuesten: copago por acudir a urgencias, descenso de salarios, listas de esperas interminables,... Pero nada que vaya a afectar a la salud, sobre todo a la de ellos, que van todos a la privada. Cuando por alguna tontería muera alguien esperando a ser atendido en urgencias, veremos la que se lía.
  17. Y puestos a recortar, qué mejor que un 42% en ayudas para el acceso a la vivienda. Eso sí, acompañado de la recuperación de la desgravación por compra de hogar. Coherencia. Y mientras tanto, el precio de los pisos sigue bajando muy poco a poco. ¡¡Viva la nueva burbuja inmobiliaria!!
  18. No todo podía ser malo en la reforma laboral, por ello aprobaron bonificaciones a las empresas que contrataran jóvenes (aunque fuera a costa de despido gratis antes del año). Para ello, nada mejor que reducir en 1.500 millones de euros lo destinado a políticas activas de empleo, es decir, el dinero para pagar esas bonificaciones, entre otras cosas.
  19. Puestos a volver a los años 50, tendremos que seguir dedicándonos al turismo de baja calidad y al sector primario. Para ello 2.000 millones menos de inversión en I+D+i. Quién quiera investigar y ser productivo que se vaya a Alemania o Japón, que allí seguro que encuentra un hueco.
  20. Y el empeño en volver a los años 50 también sirve también para dar carta blanca a los nuevos “grises” a la hora de reducir manifestaciones. Si son alumnos de instituto que cortan una calle pacíficamente reclamando mejores condiciones, se les da un par de palos con la porra y que aprendan.
  21. Pero esto último va a acabarse, porque se van a hacer pocas manifestaciones. Resulta que, con la reforma del Código Penal, difundir a través de Internet convocatorias que acaben en actos violentos será delito. Si, por ejemplo, comparto en Facebook una convocatoria estudiantil en mi ciudad en la que acaban habiendo enfrentamientos con la autoridad, soy delincuente. No necesito ni moverme de mi casa.
  22. Si decido moverme del sofá, acudir a la convocatoria, y protestar pasivamente (por ejemplo, cortando una calle sentando en el suelo) se me juzgará por delito de atentado contra la autoridad pública.
  23. Más aún, si estoy tan indignado que en la misma manifestación acabo protagonizando actos violentos, se considerará esta actuación como acto terrorista.
  24. Se me juzgue por una cosa o por otra, mi defensa judicial no será fácil. Si soy declarado culpable en primera instancia y decido reclamar la sentencia, tendré que pagar las costas de esa reclamación. Así que, si no se dispone de recursos suficientes, a conformarse con lo que nos venga.
  25. Pero este no será un problema universal. Veréis como el señor Urdangarín, en el caso poco probable de ser declarado culpable, se pasa años de reclamación en reclamación hasta que en alguna de ellas se encuentre un rescoldo judicial por el que evite ir a la cárcel. Todo esto, por supuesto, pagado por el dinero que recibe su suegro de todos los contribuyentes.
  26. El señor Camps y alguno más no tendrán ese problema, pues encontraron pronto el apoyo del jurado popular (y tan Popular). Tampoco tendrá problemas el juez Garzón, que hasta dentro de 11 años no puede contribuir a hacer justicia en España, esa que tanta falta nos hace.
  27. Todas estas medidas, por supuesto, no las ha anunciado el Presidente Rajoy en comparecencia en el Congreso o en rueda de prensa antes todos sus ciudadanos. En realidad, hace tiempo que no da explicaciones ni acepta preguntas Es más, si de repente se ve rodeado de periodistas ansiosos por conocer sus opiniones, huye despavorido cual niño de 5 años. Lo que él decía, ¡¡confianza!!
  28. En lugar de eso, se ha dedico a enviar notas de prensa anunciando 10.000 millones de euros de recortes en Educación y Sanidad, o ha mandado a sus ministros a presentarnos estas medidas. Ministros y miembros del partido, por cierto, que han sufrido en pocos meses un cambio radical en sus opiniones. Como por arte de magia, dónde subir los impuestos era la muerte de nuestra economía, ahora es totalmente necesario; dónde la amnistía fiscal era injusta, ahora es aconsejada por la OCDE; y dónde no se iban a tocar Educación, Sanidad ni pensiones, ahora se toca todo lo que les salga de los mismísimos.
  29. Pero ellos no se sienten responsables, de hecho no lo son, y por ello en la comparecencia donde anunciaban tan duras medidas se dedicaban a gastarse bromitas. Los verdaderos culpables son los de siempre. El BCE, presidido por uno de los máximos responsables del blanqueo de las cuentas griegas; las agencias de calificación, que siguen decidiendo cuan fiable es un país, a pesar de no haber predicho nada nunca; Alemania y sus bancos, que van a estar cobrando intereses hasta que el Sol se apague; y así muchos más, excepto nosotros, que no somos responsables de nada porque no decidimos nada.
  30.  Por último, quizás la razón más importante para decir basta y salir a la calle es la comparación entre dos de los países más afectados por la crisis. Islandia y Grecia.
    El caso de Grecia es conocido por todos: engañaron a la UE sobre su déficit real, con la consecuente intervención, que supuso la obligación de aceptar medidas durísimas por parte de los griegos. Tanto fue así, que el presidente electo decidió realizar un referéndum al pueblo para aceptar estas medidas o no. Rápidamente, la mecánica europea se puso en marcha, el presidente se vio obligado a dimitir, y colocaron en su lugar (sin elecciones, por supuesto) a un tecnócrata afín. Las consecuencias han sido el hundimiento de su economía, un aumento enorme de la pobreza en el país, y la desprotección total de sus ciudadanos, que cuando quisieron reaccionar se dieron cuenta que era demasiado tarde.

    El caso de Islandia es bien diferente. Cuando empezaron a notar que habían sido engañados y utilizados por banqueros y políticos salieron a la calle, y no pararon hasta que consiguieron lo que querían. Los responsables de su desastre financiero fueron juzgados, y muchos de ellos están en la cárcel. Los responsables políticos fuera de las instituciones, y alguno también ha pasado por los juzgados. ¿ Qué han conseguido? En primer lugar, justicia. En segundo lugar, libertad de decir su futuro por ellos mismos, pudiendo asumir así las consecuencias. Y tercero, prosperidad económica. Tras una condonación a la población de la deuda con sus bancos superior al 100% del PIB del país, en estos momentos Islandia es el país europeo que tiene una mayor tasa de crecimiento.

    Como vemos, hay dos caminos. La resignación o la lucha. Si seguimos los ejemplos más cercanos, lo primero sólo les ha servido a los griegos para tener menos crecimiento económico, más paro y un empeoramiento enorme de las condiciones de vida. Con la lucha, los islandeses han conseguido justicia, libertad y prosperidad. No sé si los españoles estaremos a tiempo pero, por si aún lo estuviéramos, ahí dejo sólo 30 de tantas razones que tenemos para decir basta.

@Elfara_chico

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