lunes, 16 de abril de 2012

Hasta aquí hemos llegado

Debe ser fantástico ser un músico talentoso. Y si además se te reconoce pues apaga y vámonos. A veces, en el mundo del arte en general y la música en particular, surge algún rey Midas que nos sorprende a cada paso que da con joyas de calidad suprema. Hace poco he leído declaraciones de uno de ellos, el británico Daron Albarn, y he llegado a la conclusión de que además de un gran músico los tiene bien puestos.

Para quien no conozca a este londinense de 44 años (nada más y nada menos, y eso que aún no es de los viejos del rock) diré que formó en 1989 una de las bandas definitivas del rock británico. Junto a su amigo de la infancia y excepcional guitarrista Graham Coxon, el bajista Alex James y el batería Dave Rowntree mantuvo bien alto el nombre del rock británico durante la época donde el grunge reinaba en los charts. Estoy hablando por supuesto de Blur. Su álbum de debut, Leisure, mostraba grandes influencias de la psicodelia, consiguiendo canciones pop-rock que reinventaban, a la vez que elevaban, la música inglesa. Con Modern life is rubbish consiguen abrirse paso al mainstream, pero no es hasta que publican su disco más rompedor, Parklife, cuando consiguen llegar al número 1 en las listas del Reino Unido, que no en Estados Unidos, donde nunca lograrían brillar como lo hicieron en su país. Con Country house, el primer single extraído de su cuarto álbum, The great scape, consiguen desbancar a Roll with it de Oasis del puesto número 1 de la lista de singles, otorgándoles una rivalidad por parte del público, algo que ninguna de las dos bandas desmintió. Tras otros dos álbumes más, Blur y 13, Coxon decide irse. El resto de la banda continúa sin él, pasando el propio Albarn a ocupar el rol de guitarrista, a parte de cantante. Con esta formación graban Think tank, que acerca al grupo a los sonidos más electrónicos, pero que no tuvo la repercusión de los anteriores. Tras este disco la banda cesa su actividad, dedicándose cada componente a otros menesteres.

El segundo proyecto en orden de importancia de Albarn se llama Gorillaz, una banda virtual que en 2001 publicó un grandísimo disco homónimo. El proyecto surgió como una colaboración entre Daron y el dibujante Jamie Hewlett. La cosa consistía en que Albarn se ocupaba de la parte musical y Hewlett de dibujar los distintos personajes que se suponían eran los integrantes de la banda, dotándolos de un pasado y una personalidad a cada uno. Además, se ocupaba de los videoclips. Tras el éxito de su álbum debut, publicaron Demon days en 2005, que alcanzó el doble platino en Estados Unidos gracias a singles como Dirty Harry o Feel good Inc. Plastic beach, lanzado en 2010, cuenta con colaboraciones de gente tan notable como los ex-miembros de The Clash Mick Jones y Paul Simonon, Lou Red, Snoop Dogg, De La Soul, etc.

¿Por qué os cuento esto?¿Por qué sacar toda esta historia de la manga, como si yo fuera el único que la sabe?Pues porque amigos míos, todo esto se ha acabado. Según recientes declaraciones de Daron Albarn, no habrá nada más de todo esto. Aunque la reciente reunión y gira de Blur presagiaban lo contrario, el concierto que ofrecerán como clausura de los juegos olímpicos de Londres será la última vez que estén juntos. El rumor de un nuevo disco se queda en eso, un rumor. Y de Gorillaz tenemos las mismas. Tras la publicación de un recopilatorio de singles y un nuevo disco, The fall, parecía que la banda se encontraba en un momento fuerte de su carrera, pero la cosa se ha quedado en nada. Parece ser que Albarn no estaba contento con el trabajo de Hewlett y ha decidido acabar el proyecto. Adiós Blur, adiós Gorillaz. Este hombrecillo tenía en las manos dos de los mejores y más lucrativos proyectos y ha decidido sacrificarlos en la cima de su carrera antes de alargarlos y convertirlos en un chiste. Como ya digo, los tiene bien puestos

No nos asustemos, hay muchos más proyectos con su firma esperándonos. Recientemente ha publicado un álbum llamado Rocket Juice and The Moon junto con el bajista de Red Hot Chilli Peppers, Flea, y el batería con el que grabara The good, the bad and the queen, el disco de la banda sin nombre. Disfrútenlo y esperemos nuevas joyas de este culo inquieto.

Marcos



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