martes, 5 de junio de 2012

Clásicos de nuestros días

Nos aburrimos. Es un hecho. Como decía mi amigo Rubén, gandulería llama a gandulería y cuanto menos hace uno menos quiere. A la vez estamos exprimiendo nuestros últimos momentos en tierras inglesas y un exceso de vida social hace que no nos quede todo el tiempo que queremos para dedicarlo a nuestro amado blog. Desde aquí un sincero arrepentimiento. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, y mientras encuentro algo nuevo y excitante de lo que hablaros os ofrezco una nueva entrega de discos clásicos. Por si alguien aún no lo conoce, un clásico de nuestro tiempo.

Habría que discutir cuando un grupo se pasa a considerar clásico, pero si de clásicos nuevos estamos hablando, nadie discutiría sobre un grupo, y ese grupo es Pearl Jam. Formados en Seattle a principios de los noventa, surgieron de las cenizas de las bandas Green River y Mother Love Bone, y ya con su álbum debut, Ten, alcanzaron el éxito mundial consagrándose como una de las bandas imprescindibles del momento. ¿Su estilo? Rock americano de corte clásico con influencias setenteras pero con un estilo propio. La voz de Eddie Vedder se convirtió en una de las más reconocidas del mundo. Junto con Nirvana, Soundgarden y Alice In Chains formaron el póker de ases de la década, y hasta ahora son los únicos, hasta que la reunión de Soundgarden diga lo contrario, que defienden su legado con dignidad. Además, se encuentran entre los mejores directos de todos los tiempos. Para la mayoría de los aficionados nunca han superado los todopoderosos Ten y Vitalogy, pero un humilde servidor opina que la cima de su carrera la alcanzaron con Yield, su quinto disco lanzado en 1998.

El disco presenta a una banda madura, pero que aún no ha abandonado sus raíces. La inicial Bran of J., Faithfull y la grandiosísima Do the evolution muestran a los Pearl Jam de siempre, mientras que nos acercan más al rock alternativo en No way, Given to fly, MFC o con In hiding. Nos deleitan con baladas que están entre lo mejor de su carrera como Wishlist y Low light. Incluso les da tiempo a darnos algún que otro experimento, como Push me, pull me o la tabernera All those yesterdays. Si no quitas el disco te sorprenderá una pista oculta que es una especie de tango, o eso creo.

Pearl Jam en la actualidad
Este es un disco especial para mi. Fue uno de los primeros que formaron mi colección. Me acuerdo con 14 años, en mi habitación, escuchándolo una y otra vez, descubriendo la magnificencia de este grupo, de la música en general y del rock en particular. Cada vez que lo desempolvo viajo en el tiempo, cuando empezaba el instituto y todo era nuevo y excitante. Vuelvo a ser el idiota que se dejó el pelo largo y repudiaba todo lo que saliera en los 40 Principales. Aquel que acudía dos tardes por semana al conservatorio, orgulloso de poder considerarse músico. Como veréis, es un disco que me es muy especial. Repito lo que he dicho antes, Pearl Jam sigue haciendo las delicias de todos con cada nuevo lanzamiento, si no os lo creéis echarle una escucha a Backspacer, su último disco hasta la fecha. Esperamos que la cosa siga igual. Sin duda, unos clásicos de nuestro tiempo.

Marcos


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